Caripe fue recientemente incluido en la lista de variedades del World Coffee Research, un hecho de suma importancia para los productores venezolanos que lo cultivan y que buscan posicionarlo en el mercado de especialidad.
Sus orígenes se remontan específicamente al estado Monagas, al oriente de Venezuela, y gracias a un arduo trabajo para su identificación, hoy en día se cultiva ampliamente en esa zona.
Entre sus principales características sobresale su perfil en taza: dulce y afrutado, con notas a panela, caramelo, frutos cítricos y ciruela. Además, tiene un cuerpo suave y ofrece versatilidad en el tueste. Para conocer más sobre esta variedad, hablé con algunos expertos venezolanos. Sigue leyendo y descubre sus experiencias.
El origen de la variedad Caripe
La historia de la variedad Caripe comienza en 1958, justamente en un valle del mismo nombre, ubicado al norte del estado de Monagas. Esta zona geográfica se encuentra rodeada de vegetación con bosques húmedos premontañosos.
En Caripe se cultivan naranjas y hortalizas, aunque el café es la principal fuente económica. Según relata Yndira Buonafffina, Caripe ha estado ligado históricamente a la producción cafetalera y “con el transcurrir del tiempo se convirtió en la capital cafetera del oriente del país, llegando a exportar granos de excelente calidad hacia Estados Unidos y Alemania entre los años 70 y 80”.
La zona también es reconocida por su amplia biodiversidad y sus condiciones pluviométricas beneficiosas para cultivar café.
Gustavo Buonafffina, ingeniero agrónomo, identificó unas plantas con características distintas a las que regularmente se cultivaban en la zona. Su hija, y coordinadora del Proyecto Variedad Caripe, Yndira, cuenta que ahí “inició un proceso de identificación y descripción de un número importante de ejemplares que se encontraban ubicados en diversas fincas”.
“Hace siete años, aproximadamente, comencé a reunir información de las observaciones de mi padre e hice contacto posteriormente con investigadores del World Coffee Research”, cuenta Yndira.
Perfil de planta
Después de realizar estudios morfológicos y la huella genética de la variedad se llega a la conclusión de que se trata de una mutación espontánea de la variedad Typica.
“Las hojas de Caripe, por ejemplo, son más elípticas que el Typica y el color verde oliva de sus hojas terminales es parecido al del café Bourbon. A pesar de eso, la flexibilidad del tallo principal, un atributo que facilita la recolección, lo diferencia del Bourbon, que posee un tallo más rígido”.
“La media de producción de tres cosechas de las plantas seleccionadas superó significativamente las de la variedad Typica, predominante en la región, donde además se cultiva Bourbon, Catui, Caturra y Mundo Nuevo”, dice Gustavo.
Por eso, muchos productores de la zona han migrado a sembrar Caripe, o Cogollo Verde, como ellos lo llaman. Cuando se le da una buena atención agronómica, la variedad responde generosamente.
Su rendimiento por hectárea, usando la poda de múltiples tallos verticales, es de 2000-3000 árboles y su nivel de requerimientos nutricionales es medio. Asimismo, cuenta Yndira, el poder germinativo de las semillas según sus ensayos y el reporte de los productores está sobre 90 % en la actualidad.
¿Cómo es su producción en la actualidad?
Puesto que la variedad no fue liberada por un proceso de investigación o laboratorio, sino que se dio de forma local, existen muchos cultivares en la zona. Algunos productores han adoptado la denominación de origen y la familia Buonaffina está desarrollando plántulas para distribución masiva. Su objetivo es seguir probándola en diferentes regiones.
“Los reportes de los productores son magníficos en cuanto a su desarrollo vegetativo en las diferentes ofertas climáticas de las regiones donde está sembrada”, comenta Yndira. El mayor desafío que enfrenta es que es susceptible a la roya, lo que exige su control temprano y podría disminuir su atractivo para algunos productores.
Yndira agrega que por las condiciones naturales de la zona donde se desarrolla, el cultivo tradicional ha sido bajo sombra, casi en un 90 %, y que la variedad “está altamente adaptada a estas condiciones”.
Para Juan Manuel Silva, cofundador de las marcas Origen Caripe y Haciendo Trono de Dioses, y tercera generación de productores en la zona, la variedad tiene “facilidad para la recolección de sus drupas, ya que el tallo es flexible, los entrenudos presentan cierta distancia y sus granos son de gran tamaño”.
Como dificultad, señala que “presenta una baja producción y es susceptible a plagas y enfermedades. Esto se traduce en costos de producción más elevados y, por lo tanto, en un precio final de venta superior”.
Perfil de taza de Caripe
“El perfil de la taza de Caripe en rasgos generales es una taza dulce y afrutada, con buen dulzor a panela, caramelo, melaza, frutos cítricos de hueso y ciruela”, dice el tostador Jesús E. Bottini, que también es catador e instructor certificado de la Asociación de Cafés Especiales.
Él, a petición de Yndira, participó en los protocolos de fermentación y tostado de la variedad para documentar el potencial ante el World Coffee Research. Estos resultados se obtuvieron analizando procesos lavados, honey y natural; sin embargo, independiente del método de procesamiento, se consigue un “cuerpo de textura suave”, agrega.
Juan Manuel resalta que “en taza presenta notas florales y a frutas tropicales muy interesantes, con cierto parecido a los Typicas y Bourbones de Indonesia”. Él dice que han tenido muy buenos resultados en todos los procesos poscosecha. Aunque, “en los procesos naturales y anaeróbicos, es donde han sobresalido notablemente”.
“La particularidad de Caripe es que tiene un grano algo alargado. Lo primero que se puede observar es que la estructura de las celdas del vegetal es mucho más dura, en comparación con otros cafés promedio. De hecho, en verde, a pesar de la altura promedio donde se cultiva, que oscila entre 950-1300 m s.n.m., tiene registro de una buena densidad: 720 g por litro”, dice Jesús.
Además, “su estructura hace que soporte más calor y pueda manejarse en un rango más amplio de perfiles de tueste”. Esto lo diferencia de otros granos y le añade un potencial extra en esta etapa del proceso.
Potencial de mercado
Para Juan Manuel, la presencia de notas exóticas y el dulzor de Caripe hacen que tenga muy buena recepción entre los consumidores. También, compradores e importadores internacionales han mostrado su interés por el grano, que en catas ha logrado hasta 87 puntos.
“El reto está en aprovechar al máximo las bondades de esta variedad, seguir logrando puntajes sobresalientes en cata. También, en gerenciar las unidades de producción de manera tal que podamos contar con precios de venta competitivos”, dice.
Venezuela fue un gran productor de cafés de alta calidad hasta mediados del siglo XX pero, tras el boom petrolero, se perdieron muchas fincas. Poco a poco, nuevas generaciones recuperan los campos y apuestan por el café en todas las etapas de la cadena. Algunos de ellos con la variedad Caripe.
Así como la variedad Monte Claro, desarrollada en laboratorios, Caripe y otros varietales venezolanos esperan abrirse paso en el mercado mundial del café especial.
Su inclusión en el World Coffee Research, sin duda, contribuye a aumentar su visibilidad y promueve que más productores lo cultiven. La clave para que se extienda en el mercado será, entonces, que logre competir con la calidad de otras variedades ya posicionadas.
Créditos de las imágenes: Juan Manuel Silva, Yndira Buonaffina.
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